El diorama sobre la Alhambra y Granada publicado en 1937 en Estados Unidos
Curiosidades
El escritor e ilustrador Holling Clancy Holling realizó un cuento con recortable sobre el castillo que fue el origen de un mundo nuevo. La página apareció en los periódicos del 'Sunday Star' y el 'Baltimore American'
Granada/La colonización cultural de Estados Unidos en el último siglo, sobre todo a nivel audiovisual, nos ha permitido imaginarnos por dentro los high school o institutos estadounidenses. Según las películas y las series, en las clases de biología se diseccionan ranas y los trabajos escolares casi siempre suelen ser con formato diorama, lo que aquí conocemos más bien por maqueta o teatrillo. Paco Robles, aficionado a la historia y recuperador de 'memorias' granadinas, ha descubierto una auténtica joya alhambreña de diorama que se publicó el domingo 23 de mayo de 1937 de diorama que se público el periódico The Sunday Star (la versión dominical del diario Washington Evening Star) para que los lectores pudieran montar su propio cuento animado de la ciudad de Granada y su colina roja a base de recortables con modelos constructivos divertidos para 'jóvenes y viejos’.
El Evening Star en su edición del domingo ofrecía entonces en la página tres de su periódico dominical este regalo entretenido compuesto por las imágenes para recortar con sus debidas instrucciones y un reportaje escrito por Holling Clancy Holling, un escritor e ilustrador estadounidense nacido en el año 1900 en el Condado de Jackson (Michigan) muy reconocido en su país por ser el autor del exitoso libro infantil Remando hacia el mar (la traducción de Paddle to the sea) luego llevado al cine por Bill Mason en 1966 con su correspondiente nominación al Oscar.
El caso es que Holling Clancy Holling era un todoterreno que además de escribir también ilustraba este capítulo de Castle in Spain (Castillos en España) dentro la serie de reportaje-dioramas de lugares históricos sobre ese museo llamado mundo.
El escritor, formado en el Instituto de Arte de Chicago y que llegó a ejercer como taxidermista del Museo Field de Historia Natural de la ciudad del viento, hacía esta emocionante introducción narrativa: "Las montañas y los castillos de España hacen que su mapa parezca una 'tabla de lavar gigante'. Hace siglos, los hombres de las cavernas luchaban con lanzas con punta de piedra entre sus acantilados. Miles de años después, los marineros fenicios transportaban metales desde sus minas hasta el Mediterráneo. Ejércitos de Cartago y legiones de romanos lucharon contra los nativos íberos en las fortalezas de sus montañas. Hordas de guerreros góticos golpean desde el norte. Y luego una inundación de árabes, los moros, llegó al sur desde África y abrumó España. Estos moriscos vivieron en España durante casi ochocientos años. Construyeron muchas ciudades y castillos en sus colinas. Una de esas ciudadelas, la Alhambra, estaba en Granada".
A renglón seguido, el narrador cuenta su visión particular sobre la historia de la Alhambra. "Detrás de sus muros se extendían jardines con fuentes brillantes y palacios de tal belleza de hadas que el mundo se maravilló. Pero los reinos cristianos en el norte de España se unieron contra los moriscos. Y, por fin, Boabdil entregó la Alhambra y la España árabe a Fernando e Isabel el 2 de enero de 1492", explica el artículo para concluir de la siguiente forma: "Al siguiente mes de abril (las Capitulaciones de Santa Fe), la reina Isabel le dijo a Cristóbal Colón que podría contar con tres barcos para un viaje a través de mares desconocidos. Y así, desde este castillo en España, un soñador cabalgó hacia el encuentro de un mundo nuevo".
En la parte inferior de la página de periódico se daban todas las instrucciones para conformar el diorama de la Alhambra entre los recortables de la colina roja, las ilustraciones del Albaicín, del macizo de Sierra Nevada, de Isabel la Católica y de Boabdil. Asimismo, al final se hacía una llamada a los lectores para que guardan su diorama con los demás de la serie Museos del Mundo y esperaran atentamente el de la siguiente semana, un barco vikingo titulado Dragones que caminan sobre el agua.
Aquella iniciativa editorial no salió sólo en el dominical del Evening Star de Washington DC sino que se compartió con otro periódico dominical de la ciudad cercana, el Baltimore American. La serie de maravillas del mundo, siempre una página a todo color, empezó el 9 de mayo de 1937 –la Alhambra salió en su tercer número– y se detuvo el 30 de enero de 1938 tras 39 dioramas y pese a que la última semana se anunció un especial de Gladiadores Romanos para la primera semana de febrero de 1938.
Algo, lo de irse sin más ni decir adiós, muy habitual en esto de la prensa. Aunque afortunadamente, el papel ha dejado para la posteridad esta serie de dioramas que hoy vendrían de perlas para un confinamiento culto y entretenido.
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