Entreraíces, Chile, Venezuela y España unidos en un auténtico homenaje a la gastronomía casera
Cómete Granada
El restaurante es el legado de una familia dedicada a compartir su cultura con una atención calurosa y una comida tradicional
El 11 de noviembre marca un hito especial para Entreraíces, el acogedor restaurante regentado por Matías Prado y su esposa, Yaritza Belén Sequera Escalona, en el centro de Granada. Este pequeño local que entra por el ojo a primera vista gracias a su deslumbrante decoración, cumple su primer año, y en solo doce meses, ya ha tejido una conexión entrañable con sus clientes, vecinos y turistas, ofreciendo mucho más que comida: una experiencia de hogar que evoca las raíces de tres tierras y culturas (Venezuela, Chile y España) entrelazadas en cada plato y cada gesto.
Para Matías y Yari, abrir Entreraíces fue su propio “golpe de suerte”, un sueño que se hizo realidad el mismo día que se celebraba el sorteo de la Lotería Nacional en 2023. Después de años trabajando en el sector de la hostelería, decidieron dar el salto y crear un espacio único, donde no solo se sirviera comida, sino que cada visitante pudiera sentir que estaba en casa. Esta filosofía ha sido su motor: compartir con otros el amor por sus orígenes y ofrecer, como ellos mismos cuentan, “un lugar donde sentir que vuelves a tu tierra”.
Desde su apertura, Entreraíces ha cautivado a su clientela con una oferta culinaria tan variada como sus propias raíces, en la que convergen sabores de la gastronomía venezolana, chilena y española. Los platos que salen de su cocina son una mezcla genuina, respetuosa y vibrante de sus culturas. “Queríamos demostrar que en España se puede disfrutar de la comida de allí, porque los productos están y todo es fresco,” explica Yari. En su menú destacan recetas como las arepas, que reúnen sabores de sus tres culturas, o el “Plato Entre Raíces,” una especialidad de la casa que combina arroz, carne mechada, plátano frito, huevo y aguacate, una mezcla que evoca la cocina casera de Venezuela y se adapta con éxito al paladar español. Yari y Matías han sido valientes al incluir en su menú opciones poco comunes en la zona, como la hallaca venezolana envuelta en hojas de plátano, un plato que, pese a su singularidad, ha recibido una cálida aceptación.
Entreraíces no es solo un restaurante por su oferta gastronómica. Lo que realmente hace especial a este rincón es la atención y cercanía con la que Matías y Yari tratan a cada persona que cruza la puerta. Matías, siempre atento y cariñoso, se asegura de que nadie se vaya sin una sonrisa o sin un “mi niña” o “mi niño”, con esa calidez que en tantos sitios se extraña. Yari, mientras tanto, se dedica a mantener una cocina que evoca la tradición de su abuela, quien, cuando Yari era pequeña, se levantaba al amanecer para tener listas las arepas que alimentaban a toda la familia. “Queremos dar a la gente lo que nosotros desearíamos encontrar,” dice Yari, quien no solo se enfoca en la autenticidad de los sabores, sino en ofrecer opciones para todos, incluyendo platos sin gluten y sin lactosa, algo que muchos clientes aprecian profundamente.
Granada es famosa por su cultura de la tapa, y Matías y Yari se han adaptado a ella a su manera, ofreciendo tapas elaboradas con la frescura y el sabor de lo casero. La tapa del día, como su caldo de gallina, es un ejemplo de su dedicación: un plato hecho con cariño, que desprende el aroma familiar de una cocina de abuela. Cada día es una oportunidad para ofrecer algo único y, al mismo tiempo, familiar. Matías, quien trabajó en ciudades como Málaga, Barcelona y Andorra, confiesa que al llegar a Granada tuvo que “cambiar el chip” y adaptarse al ritmo de la ciudad. “Pero hoy en día, vemos que fue la mejor decisión”, comenta con una sonrisa, pues la clientela responde con gratitud y cariño a su dedicación.
Entreraíces es también un lugar que conecta con aquellos que añoran su tierra. Yari recuerda con emoción cómo algunos clientes venezolanos o chilenos les han contado que sus platos les hacen sentirse “de vuelta en casa”, aunque sea solo por un instante. “Eso no tiene precio”, afirma Matías. Es el valor de esos momentos, cuando un cliente se transporta a su país con un solo bocado, lo que para ellos define el éxito de Entreraíces. “No es por el dinero, es por dar esa sensación de hogar”, explican. Lo mismo ocurre con los turistas que, recomendados por sus hoteles, llegan desde temprano a probar un desayuno que los preparará para un día de turismo, o quienes, después de una larga jornada en la Alhambra, buscan un lugar acogedor donde reposar y comer algo diferente.
La clave de su éxito, según cuenta la pareja, también se debe a la excelente relación que han cultivado con sus vecinos. Cada día, Matías y Yari seleccionan productos frescos y de calidad que traen desde las tiendas cercanas, como los pollos de “Pollos Enriqueta” y las frutas y verduras de la frutería Amalia. La calidad de la materia prima es un pilar para ellos, y el agradecimiento hacia quienes les ayudan a conseguirla es evidente. Para Yari, sus proveedores son tan importantes como el mismo trabajo en la cocina. Otro de los pilares fundamentales en este primer año ha sido Ana María, quien, según Yari “es nuestro ángel, el enlace con nuestra tierra y parte de la familia”.
Ahora, con un año de arduo trabajo a sus espaldas y el reconocimiento de una clientela que les es fiel, Matías y Yari se muestran agradecidos y llenos de energía para continuar. No tienen ambiciones de expandir el negocio, a pesar de que muchos clientes les insisten en que su restaurante se queda pequeño. “Queremos algo que podamos manejar entre los dos”, afirman. Les basta el espacio en el que se sienten cómodos y donde pueden ofrecer a cada cliente ese trato cercano y familiar que distingue a Entreraíces de otros lugares.
Para ellos, el verdadero éxito es ver a sus clientes regresar, recomendarlos y que cada vez más personas conozcan el valor de este pequeño restaurante que celebra sus raíces y que en tan solo un año ha logrado convertirse en un hogar más en el centro de Granada. En Entreraíces, la comida sabe a hogar y a tradición, y su servicio es un reflejo del cariño con el que Matías y Yari han construido este rincón entrañable, donde las fronteras se disuelven entre sonrisas, sabores y raíces compartidas
Entreraíces
Pza. del Realejo, 1, Centro, 18009 Granada.
Horario: De lunes a domingo de 08:00 a 21:00 horas.
Teléfono: 697 222 133.
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