Escapadas de un día: una aldea celta en plena Alpujarra

A este municipio de la Alpujarra no le bastaba con ser oficialmente el Pueblo Libro, donde sus calles son novelas, las macetas versos, y esculturas de personajes reinan en las plazas. También ha apostado este año por convertir una parte de la localidad en un auténtico poblado celta, como el de Astérix y Obélix, de esas que viven en el imaginario colectivo, de las que resisten fieramente al invasor, el último reducto sin conquistar... todo ello, pero a la granadina.

Es su última propuesta para atraer el turismo y, desde luego, la dedicación de todo el pueblo a que la 'atracción' cobre vida, es digna de reseñar. En Alpujarra de la Sierra (formada por Mecina Bombarón, Yegen y el Golco) se pueden ver marmitas, referencias a los galos de René Goscinny y Albert Uderzo, largas barbas blancas como las de Panoramix y cascos con cuernos. Este poblado Celta se ubica en el recinto de la piscina municipal del pueblo por lo que, en pleno verano, el atractivo de la aldea se dispara.

Este encuadre de cómic se inauguró el pasado mes de junio y su horario es de martes a domingo de 12 horas a 20 horas y cuenta con un precio de tres euros para los adultos y un euro para los niños, informan desde el Ayuntamiento que, además suben la apuesta y suman una oferta en la que con cada diez accesos sellados en el pasaporte de poblador o pobladora, se podrá disfrutar de una entrada gratuita.

Un bar celta

Y qué es una aldea, sin el bar 'druida' de confianza. Esta zona tematizada del pueblo cuenta con su propia cantina donde poder comer y cenar de tapas o raciones hasta las 12 de la noche y, los fines de semana, alargando la fiesta, se mantiene abierto hasta las 3 de la madrugada.

El pueblo que enamoró a Gerald Brenan

Uno de los pueblos que conforman Alpujarra de la Sierra es Yegen, el pueblo que hizo famoso el escritor Gerald Brenan, al ser inmortalizado tanto la localidad como sus gentes, en su libro Al Sur de Granada. El literato explicaba de esta manera la razón de su fascinación por este lugar que, además, decidió hacer su hogar en los años 20 del siglo pasado: “El lugar tenía algo que me resultaba atractivo. Era una aldea pobre, elevada sobre el mar, con un panorama inmenso a su frente. Sus casas grises en forma cúbica, con un mellado estilo Le Corbusier, en rápido descenso por la ladera de la colina y pegadas una a otra, con sus techos de greda planos y sus pequeñas chimeneas humeantes, sugerían algo construido por insectos”.

Un ruta que suena a río

Toda la zona es un paraíso natural en sí mismo. El lugar ideal para practicar deportes como el senderismo, bicicleta o hacer rutas a caballo. La Diputación de Granada añade como información turística que, "el río Mecina Bombarón y la cascada Las Chorreras son los lugares más interesantes de este pueblo. El río es un afluente del río Adra, donde se levanta un puente romano. La cascada Las Chorreras se encuentra en la Sierra de Mecina y para acceder a ella se ha de atravesar una carretera forestal".

Un pueblo para recorrer... y comer

En cuanto a alojamientos, en Alpujarra de la Sierra hay tanto casas rurales, como pensiones donde poder pasar un fin de semana o las vacaciones. Como punto de referencia turística se alza la llamada Casa del Inglés, "donde el escritor e hispanista Gerald Brenan vivió durante 14 años, es una de las principales atracciones turísticas de Yegen, a donde peregrinan estudiosos de su obra", explican desde Turismo de la Diputación.

En general, toda la zona cuenta con una gastronomía espectacular y unos productos de cercanía dignos de la mejor mesa. En las tres partes que componen Alpujarra de la Sierra se puede gozar del típico plato alpujarreño así como de muy buena carne. Sí es cierto, que al tratarse del pueblo más grande, en Mecina Bombarón existe una oferta de restaurantes más amplia.

En cuanto a monumentos, en el cercano anejo de Golco los visitantes pueden encontrar la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, uno de los templos más antiguos de toda la zona que data del siglo XVI, con una fachada preciosa, de estilo clasicista y planta rectangular y bóveda sobre pechinas, de una nave y capilla mayor diferenciada de planta cuadrada. Latorre que ahora se eleva sobre Golco es de la mitad del siglo XVIII.