Los dos pueblos que homenajean la vida de sus vecinos
Vivir Pueblos
Granada/Los pequeños municipios que conforman la provincia de Granada sufren cada año la pérdida de sus vecinos más veteranos. Nada fuera de lo común, pero lo verdaderamente preocupante es que la natalidad reina por su ausencia. Aquel habitante que fallece deja un nuevo vacío en el municipio, que cada vez cuenta con más ausencias.
Tal y como refleja Andrés Navarro, catedrático de la Universidad de Granada, en su estudio sobre la despoblación en la provincia granadina, un total de 112 municipios han perdido habitantes en las últimas décadas. La situación más alarmante la presentan 14 de estos municipios, que se encuentran en “riesgo extremo” de despoblación.
Frente a esta realidad, son muchas las localidades que se han rebelado. No quieren dejar que la despoblación gane la batalla, por lo que crean iniciativas que den protagonismo a sus habitantes. Quizás una de las más curiosas es la creación de auténticos museos fotográficos en las calles del pueblo. Estas fotografías muestran la vida de sus habitantes, y de aquellos que no están pero fueron protagonistas algún día de la vida del municipio. Estas son las dos localidades de la provincia que han convertido las fachadas de sus hogares en sentidos homenajes a los vecinos del pueblo.
Lopera, un viaje a través de la mirada
Las calles de Lopera, una localidad perteneciente a Cortes y Graena, fueron protagonistas del objetivo del fotógrafo granadino José Tomás Rojas. Como homenaje a sus vecinos, realizó fotografías que mostraban con naturalidad la vida del municipio, sin añadidos. Las labores agrícolas y ganaderas, las fiestas del municipio o las populares tertulias “al fresco” son algunas de las escenas que el autor quiso reflejar en sus obras, que decoran cada una de las fachadas del pueblo.
Creadas a modo de exposición fotográfica en el año 2018, se han mantenido en el tiempo siendo una de las señas de identidad de los pueblos de la zona. Las fotografías reflejan en grupo a las familias de la localidad, cada uno portando un elemento característico que lo diferencia del resto de vecinos. “Caseteras”, “Angustias”, “Ramoncico” o “Los hijos de Anica y Miguel” son tan sólo algunas de la gran colección de fotografías que forman el museo de Lopera. Un paseo por sus calles logrará emocionar a los más curiosos, demostrando que a pesar de sufrir la despoblación en primera persona, el pueblo de Lopera tiene mucha vida.
La vida de los “Caleteros”
Las fotógrafas Remedios Valls y Alicia Soblechero captaron a través de sus objetivos la esencia tan particular de los vecinos de La Caleta. Las autoras tan sólo reflejan aquello que los vecinos han sabido mantener en el tiempo, y que marca los tradicionales ritmos de vida de la zona. La magia de la exposición reside en las miradas de sus vecinos más veteranos, y también en los más jóvenes. Todos los caleteros y caleteras son protagonistas del museo que se levantó en sus calles.
Las fachadas son también el marco de los lienzos, que presentan las fotografías cercanas al lugar de origen. El entramado de calles a pie de playa hace que sea unos de los destinos más populares entre los granadinos de la capital para pasar un día en la playa, disfrutando del clima de la costa granadina. Ahora también este museo será otro de los atractivos de la zona, una localidad castiza que ha logrado mantener invariable su identidad.
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