La Madre que me Parió, una hamburguesería que ha nacido para conquistar los paladares granadinos

Cómete Granada

Un rincón artesanal con espíritu brasileño que transforma pasión, esfuerzo y sabores únicos en una experiencia inolvidable

Willer Xavier Reis es el creador de este afamado lugar que está en boca de todos los granadinos
Willer Xavier Reis es el creador de este afamado lugar que está en boca de todos los granadinos / Antonio L. Juárez / Photographerssports
Rodrigo Vázquez

10 de enero 2025 - 06:02

‘La Madre que me Parió’ podría parecer a simple vista una más de las tantas hamburgueserías que han abierto en Granada en los últimos años, sin embargo, el lugar, es la manifestación del sacrificio, la creatividad y el amor de su fundador, Willer Xavier Reis, un brasileño con raíces hispano-portuguesas que decidió apostar por un concepto único en la ciudad.

Willer llegó a España con un sueño, y su historia, como muchas de las grandes historias, está teñida de momentos difíciles y superación. El restaurante comenzó como un homenaje a su madre, quien fue la inspiración y el motor de sus primeros pasos. Con sus propias manos, Willer construyó el local desde cero, invirtiendo hasta el último recurso que tenía. “He construido el restaurante para mi mamá. Ella me ayudó a descargar todo. Pero tres meses después de abrir, ella enfermó, y me vi solo frente a muchas deudas”, cuenta con emoción.

Sin rendirse, Willer trabajó incansablemente en cada área del negocio, desde las compras en autobús cargando más de 100 kilos de mercancía, hasta la cocina y la atención al cliente. Esta determinación es lo que permitió que La Madre que me Parió se convirtiera en lo que es hoy: un lugar donde cada detalle está cuidado con esmero, donde cada hamburguesa lleva el sello de un trabajo artesanal que no conoce atajos.

La Madre que me Parió se encuentra en la calle Pintor Zuloaga, 29.
La Madre que me Parió se encuentra en la calle Pintor Zuloaga, 29. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Lo que diferencia a La Madre que me Parió de otras hamburgueserías no es solo su nombre llamativo. Es la dedicación que se pone en cada plato. Willer explica: “Todo lo preparamos nosotros, prácticamente solo compramos el queso y el pan. La carne que usamos es de picaña, un corte brasileño que es natural, jugoso y blando, superior incluso a muchas carnes maduradas que se encuentran en el mercado”.

Este enfoque artesanal se traduce en hamburguesas únicas, como la icónica Pollo Bandido, que combina pollo, ternera y bacon con una crema de queso especial y una salsa fusión que Willer desarrolló personalmente. Esta hamburguesa ganó el primer lugar en una competición local, aunque la misma se canceló por problemas organizativos. “Nosotros estuvimos en el primer lugar del ranking, pero lo más importante es que nuestros clientes la valoran y vuelven por ella”, añade.

Otra estrella es la Peste Negra, una creación que combina ingredientes brasileños y españoles, servida en un pan negro de tinta de calamar que no pasa desapercibido. “Es un homenaje a lo diferente, a lo atrevido”, explica Willer, cuya creatividad y atención a los sabores marcan cada propuesta del menú.

Aunque muchos podrían pensar que un restaurante brasileño se limita a carnes y feijoada, Willer desafía ese estereotipo. “Brasil es un país gigante con influencias de todo el mundo. Aquí traemos ese espíritu, adaptando técnicas y sabores a los ingredientes locales”, explica. Este enfoque le ha permitido conectar con el público español, ajustando recetas para respetar los gustos y preferencias de los granadinos.

Además, el restaurante se siente como una extensión del hogar. Desde la decoración, que está en constante evolución, hasta el trato cercano y familiar, La Madre que me Parió logra que sus clientes se sientan parte de algo especial.

En solo un año y medio, el restaurante ha crecido exponencialmente. Este éxito, aunque impresionante, no ha sido sencillo. Actualmente, Willer trabaja junto a su pareja y un empleado más, manteniendo una operación que está prácticamente llena todos los días. “Nuestro plan es expandirnos a un local más grande aquí en Granada y, quizás, abrir otro en Málaga,” comenta. También planea introducir nuevas líneas de productos, como croquetas sin bechamel de inspiración brasileña y tapas, una vez que cuente con el espacio adecuado.

Las hamburguesas del lugar, además de ser diferentes, son deliciosas.
Las hamburguesas del lugar, además de ser diferentes, son deliciosas. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

El restaurante también ha crecido gracias al boca a boca y al impacto de las redes sociales. Influencers y medios locales han puesto el foco en este peculiar local, atrayendo a clientes que buscan algo fuera de lo común. El nombre, cargado de humor y un toque irreverente, ha sido un elemento de marketing clave. Sin embargo, Willer considera cambiarlo para profesionalizar aún más el negocio, un sacrificio que está dispuesto a hacer por el sueño de expandirse. “Es un dilema, pero queremos seguir creciendo sin perder nuestra esencia”, confiesa.

La Madre que me Parió no es solo un lugar para comer, es un testimonio de la resiliencia humana. Es la prueba de que, con esfuerzo y pasión, los sueños pueden hacerse realidad, incluso en medio de las adversidades.

Para quienes buscan no solo una hamburguesa, sino una experiencia cargada de autenticidad, historia y sabor, este rincón en Granada se ha convertido en un imprescindible. Cada bocado cuenta una historia, y cada visita te recuerda que detrás de cada plato hay un hombre que no se rindió y que sigue soñando con crecer, siempre fiel a sus raíces y a la ciudad que lo acogió.

La madre que me parió

Dirección: C. Pintor Zuloaga, 29, Ronda, 18005 Granada.

Horario: Todos los días a excepción de los miércoles de 12:00 a 16:00 y de 19:00 a 00:00 horas.

Teléfono: 958 030 0047.

Instagram: @lamadre.es

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