Ocho lugares de Granada que "injustamente nadie visita"
National Geographic reseña un mirador, un bar, un comercio ancestral, una estación de Metro, vestigios de la vida nazarí e, incluso, todo un barrio
Este pueblo de Granada es de los más buscados de España para hacer turismo rural

Para muchos lectores, sobre todo granadinos, gran número de los 8 lugares de Granada que National Geographic considera que "nadie visita", eso sí, "injustamente", no son en absoluto, desconocidos. Es cierto que las ciudades tienen un pedazo de su alma en los rincones que pocos conocen, aquellos que guardan para sí con gusto y, la revista de viajes, ha conseguido encontrar algunos de ellos.
En su última reseña a la ciudad de la Alhambra, National Geographic ha localizado ocho puntos menos conocidos de la ciudad entre los que se encuentran un mirador, un bar, un restaurante, un comercio ancestral, vestigios de la vida nazarí e, incluso, todo un barrio.
Un barrio con Abadía y "el otro mirador"
La revista incluye el populoso y conocido barrio del Sacromonte en su listado de lugares que "nadie visita injustamente". Sí es cierto que este precioso e histórico barrio granadino no goza, o sufre, la misma cantidad de pisadas de turistas, que su vecino Albaicín, aunque por su calle principal es muy normal encontrar paseantes venidos de otros lugares cámara en mano dispuestos a conocer una de las zonas más auténticas de Granada.
Cerca de allí sitúan el segundo de los emplazamientos 'menos conocidos' de la ciudad, el Mirador del Cerro de San Miguel, conocido por San Miguel Alto, a quien apellidan "el otro mirador". Este punto, muy conocido y visitado por los locales, sobre todo los más jóvenes pierde en la competición de los miradores del Albaicín con mayor afluencia.
El primer gran mirador por historia, fama y cantidad de fotos en las que aparece es el de San Nicolás aunque pueden citarse otros tantos con unas vistas de la Alhambra espectaculares.
Vestigios de la primera Granada y un arte ancestral
Este conjunto de elementos es poco conocido incluso para muchos granadinos. Se trata de los más de 20 aljibes del Albaicín que conforman una entretenida ruta por el barrio y por su pasado. De ellos, la revista explica que "descubrir todos y cada uno de los modelos de este recurso árabe de almacenamiento de agua bien puede llevar la mañana entera, pero si hay que priorizar, nada como marcar en el mapa el Aljibe del Rey o Viejo, el más grande y antiguo, con una capacidad de 300 m3 y cuyo interior es visitable, o en contrapunto, el de San Luis, el más pequeño de todos con tan solo 4,5 m3, así como el de San Nicolás".
Si de historia de Granada se trata, no es de extrañar que otra de las menciones de esos huecos del alma sea para los comercios del arte guitarrero. Ya no quedan muchos comercios de artesanía en la fabricación de guitarras en la ciudad, pero los que permanecen dan buena cuenta de un negocio ancestral.
Cita el reportaje la tienda-taller de Francisco Manuel Díaz, hoy regentado por sus hijos Víctor y Francis, de la que reseñan que "abanderado del flamenco, decano de los lutieres en España, este artista guitarrero aprendió un oficio casi extinto con tan solo 13 años" y recuerdan que "fue en el taller del maestro Eduardo Ferrer" y, después, "con Manuel de la Chica, además de guitarrero pasaría a convertirse en guitarrista, siendo acompañante de nombres como Fosforito o Enrique Morente".
Un "templo para el tapeo" y la Granada de platos de autor
Si se es de Granada, conocer La Tana es casi obligatorio para poder renovar el DNI. Este "templo para el tapeo", como correctamente lo denomina la revista, abrió en 1993 y forma parte de la cultura del tapeo en el centro desde entonces. De la taberna indican que "aquí la paella o los montados no tienen cabida" para explicar que la cocina de La Tana tiene un sabor andaluz y granadino original que sabe a "tomate de la tierra que solo necesita un poco de aceite y de sal para ser perfecto, un salmorejo fresco casero con sardinas en salazón o habitas con jamón salen de la barra acompañados de una copa de vino".
Del calor de los orígenes a la nueva historia de la gastronomía local. El siguiente lugar elegido por National Geographic en esta ruta de los lugares "que nadie visita injustamente" aparece el restaurante Onírico. De este conocido restaurante granadino añaden que "esta nueva apuesta culinaria tiene una idea clara: seguir ocupando un puesto de referencia cuando de alta cocina se habla".
Un metro 'arqueológico' y un guiño de la arquitectura
"En Granada hay metro, aunque haya que ir hasta la Vega para descubrirlo", de esta manera poco acertada en latitudes, la revista reseña lo que es sin duda la estación de Metro más especial de Granada. Hablan de la de Alcázar-Genil, en Camino de Ronda, obra del arquitecto granadino Antonio Jiménez Torrecillas.
Este lugar guarda un tesoro arqueológico y arquitectónico por el tratamiento del granadino sobre los restos que "no dudó en integrar pasado y presente en una obra de ingeniería que deja ver los muros laterales originales y cuenta con un pequeño museo en el vestíbulo".
Siguiendo la estela de la arquitectura, National Geographic rescata para sus lectores uno de los edicios más simbólicos de la historia más o menos reciente de la ciudad. En Granada es conocido como 'el cubo', sede de la entidad CajaGranada.
De esta imponente mole del arquitecto Campo Baeza destaca la revista que "lejos de crear una sede bancaria tradicional, el vallisoletano diseñó una catedralicia caja de hormigón y piedra que captura la luz de forma inteligente. Así, una fachada lisa con grandes huecos cuadrados mira hacia la cara norte mientras que las dos fachadas a sur se protegen del exceso de luz y calor con el sistema de parasoles conocido como brise-soleil que a Le Corbusier tanto le gustaba".
Temas relacionados
No hay comentarios