Olla de San Antón en Granada: cuándo se come, qué lleva y su origen

Como sucede con grandes obras de arte de procedencia desconocida, muchos quieren arrogarse la autoría de uno de los tesoros gastronómicos del plato del mes de enero en Granada: la olla de san Antón.

Palabras mayores de las cocinas de este territorio, no hay consenso en torno a su origen aunque la mayoría de voces lo atribuyen a las coordenadas más frías de la provincia: los pueblos que van camino de Sierra Nevada.

Origen

Monachil lo reivindica como suyo e, incluso, ofrecen el nombre del primer restaurante que lo incluyó en su carta, el Bienvenido. Sostienen que se hizo famoso en las fiestas de San Antón, que se celebran el 17 de enero en el casco antiguo de Monachil, formando ahora parte del programa de fiestas la popular Olla de San Antón, que se reparte, el domingo de fiestas en el parque de los Aragones.

En cualquier caso, el calórico e histórico (las lenguas vivas lo atribuyen a la posguerra) plato granadino es protagonista de esta efeméride en esta localidad, así como en otras muchas donde se paladea cada enero su alargada sombra y, en torno a ella, se despliega la fiesta.

Nacido para combatir el frío

El origen de este cocido provendría, como casi todo, del mandato de la cotidianeidad. Este plato fuerte está diseñado para combatir el frío y sus rigores en las zonas serranas granadinas y su nombre de pila, la Olla, apela a que entonces no se serviría en platos, sino que todo el mundo compartiría bocado metiendo la cuchara en la misma olla. En cuanto a su apellido, San Antón, coincide con la festividad del santoral donde se festeja tomando este plato que procede, directamente, de la tradicional matanza del cerdo previa al duro invierno granadino.

Qué lleva la Olla de San Antón granadina

Esta contundente receta lleva del cerdo todo, salvo los andares. Las manitas, la careta, orejas, morcilla, chorizo, tocino o costillas son los elementos fuertes de un plato que te hace el día si cuentas calorías. Complementado con habas secas, también se le añade en ocasiones garbanzos, hinojos, alubias blancas, arroz, cebolla, ajos o pimientos choriceros para aumentar más aún su sabor.