La opaca tasa de la basura

La ONG 'Rethinking' publica un estudio donde analiza la gestión de los residuos en la provincia

Maracena es la localidad donde más cara se paga la tasa, mientras que Almuñécar no la cobra

Operarios del servicio de recogida de basuras de Granada trabajan en retirar los residuos de la capital.
Operarios del servicio de recogida de basuras de Granada trabajan en retirar los residuos de la capital. / G.h.

GRANADA/La gestión de la basura y el reciclaje, con la aplicación de las exigentes legislaciones vigentes, son poco eficaces en Granada. Los municipios de la provincia fallan a la hora de lidiar con estas cuestiones, una cuestión que tiende a pasar desapercibida por los ciudadanos y que contrasta con el rigor con que se cobran las correspondientes tasas.

Es una de las principales conclusiones del Estudio de Tasas de Residuos Granada 2016, realizado por la ONG Rethinking. Esta organización, creada a principios de 2017, elabora y difunde información sobre la gestión de los residuos municipales para tratar de dar un uso sostenible a los recursos naturales y la prevención y reciclado en Granada y provincia. El estudio analiza en detalle las tasas de basura de los municipios granadinos. Almuñécar es el único de los 172 en toda la provincia que no cobra tasas en gestión de residuos para financiar el servicio. Del resto, la localidad donde menos tasas se pagan es Darro, con 24,08 euros al año. Maracena, por el contrario, es el pueblo en el que se cobran más caro estos servicios, costando 152,39 euros al año. El coste medio en las localidades granadinas es de 91,77 euros.

La mayor parte del impuesto se destina a la recogida en lugar de al tratamiento

Destacan estas variaciones de precios ya que, como señaló ayer el presidente de la ONG, Francisco Peula, "la recogida de residuos es igual en todos los municipios" y "el tratamiento de éstos se realiza en instalaciones de la Diputación, donde el coste unitario es igual para toda la provincia". Por ello, y por la opacidad de las administraciones sobre esta diferencia de cobro, denuncian que la tasa se convierte en un instrumento de recaudación. "Los ingresos por las tasas no pueden ser superiores a los costes", pidió Peula.

En muchos casos, la antigüedad de las ordenanzas de algunos municipios es la razón de esta diferencia en el cobro. La edad media de las tasas de basura es superior a 4 años en toda Granada, alcanzándose extremos como los pueblos de Agrón y Morelábor, donde las tasas datan del año 1989.

Los municipios granadinos gastan casi 60 millones de euros al año en la gestión de sus basuras, el equivalente a 65,24 euros por habitante. De esta cantidad, 54,30 se destinan a la recogida y 10,94 al tratamiento de residuos. Esta cifra es inferior a la media española, donde el coste por habitante al año es de 72 euros, repartiéndose en 41 para recogida y 31 para tratamiento. Estas cifras arrojan un dato importante: existe un gran desequilibrio entre lo invertido para la recogida y el tratamiento, lo que podría derivar en una subida futura de estas tasas.

Ese aumento vaticinado por la ONG respondería al intento de conseguir los ratios de reciclado exigidos por la normativa vigente, los cuales, según Rethinking, están lejos de alcanzarse. Sólo el 25% de los residuos es reciclado en Granada. El vidrio es lo más reciclado, con un 40% de las botellas totales que se tiran acabando el contenedor verde, seguido de papel (28%) y plástico (13%). Según la ley española, en el año 2020 habrá que reciclar el 50% de los residuos que generamos. A su vez, desde Europa se están proponiendo nuevas normas que obligarán a los estados miembros a no llevar a los vertederos más de un 10% de los residuos municipales producidos. En este contexto, la asociación advierte de que serán necesarios grandes esfuerzos en Granada y provincia para que, en los próximos años, no se pierda el tren del reciclado.

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