¿Qué ver en Granada en 3 días?

Granada tiene tanto, que planificar un viaje exprés o, simplemente, si eres granadino y quieres dedicar un fin de semana a empaparte de la tradición de tu ciudad, a veces puede tornarse una misión abrumadora. Desde los monumentos, las zonas de la ciudad que no puedes dejar sin conocer, la gastronomía o centros neurálgicos del granadino hasta las tradiciones como el flamenco de las zambras, son ítems básicos que hay que encajar en una visita de tres días a Granada.

En base a esto y para poder hacer un plan turístico estratégico, proponemos este tour con todo lo que debe patearse en tres jornadas en la ciudad de la Alhambra y dejar muy poco para la siguiente visita. Apunta, porque esto, además se divide en días y temáticas.

Día 1: La Granada mora: Alhambra, Albaicín y Hammam

Por supuesto, hay que ver la Alhambra y el Generalife. En pocos viajes se pueden encontrar monumentos como la fortaleza roja granadina, con sus palacios y sus exuberantes jardines con miles de metros que pasear. Para los que no la hayan visitado antes, la recomendación es hacer una visita guiada para no perder ni un detalle artístico e histórico del complejo monumental.

Después de la visita deben seguir quedando ganas de continuar esta ruta árabe granadina para desembocar en el barrio más antiguo de la ciudad: el Albaicín. Recomendamos pasear sus calles estrechas, conocer sus iglesias y sentarse en las terrazas de sus bares con vistas a una arquitectura única y bella. También conocer, por supuesto, sus miradores. Desde ellos obtendrás vistas de la Alhambra desde distintos puntos.

Como broche final del día, un último detalle granadino: los baños árabes. En la ciudad existen varios donde el relax y el disfrute es la única meta. En los baños árabes encontrarás réplicas de los que usaban los antiguos granadinos. Con piscinas termales, sauna y opción de masajes.

Día 2: Cómete el Centro de Granada

Granada es famosa, además, por su gastronomía que en buena medida llega de la mano de sus tapas. Para un segundo día en el que los cuerpos seguramente estén algo resentidos de las caminatas del día anterior, la recomendación es aunar un paseo lleno de historia al tiempo que llegamos al momento de esparcimiento típicamente granadino: las terrazas de sus bares.

Por todo el centro de la ciudad existen multitud de bares donde podrás probar las tapas típicas granadinas como las habitas con jamón, las croquetas, el salpicón o las berenjenas fritas. También otros bares donde la fritura de pescado y otros platos populares son una institución y, todo ello, mientras se pasea entre bar y bar por una de las ciudades más bonitas del mundo. Los barrios céntricos más aclamados por su ambiente son el Realejo, antiguo barrio judío, el Centro con su Catedral y plazas y, de nuevo, el Albaicín.

Día 3: Conoce el flamenco puro de Granada

En el tercer día y ya con la batería repuesta, volvemos a las alturas de Granada para sumergirnos en un mundo aparte. Se trata del barrio del Sacromonte, uno de los mas antiguos y que atesora una historia y cultura propias. Pese a ser un barrio de la ciudad, esta zona es casi un pueblecito en sí mismo si se pasea hasta el final. Se encuentra en el lateral del río Darro donde destaca una naturaleza siempre fervorosa y viva como fondo de foto. En el Sacromonte conocerás las cuevas o zambras, lugares donde históricamente nació el flamenco de la ciudad y donde, en la actualidad, se puede disfrutar de espectáculos de cante y baile. Se trata de una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida. En la zona también hay restaurantes y miradores donde poder contemplar las vistas a Granada.