La sopa que Sevilla 'robó' a Granada

De color blanco y tupido sabor, es de las recetas más tradicionales de las cocinas 'de las abuelas' granadinas

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Imagen de la calle donde residía el famoso restaurante granadino.
Imagen de la calle donde residía el famoso restaurante granadino.

Si no eres de Granada o, incluso siéndolo, es posible que atribuyas la sopa sevillana por mecanismo directo de lógica, a Sevilla. No es reprochable pero sí reparable. El gentilicio está más que equivocado, su nombre es tal no por procedencia sino por autoría. Y, además, guarda una estrecha relación con los toros.

Esta receta que le ha dado varias vueltas a Andalucía y otras tantas al resto de España es tan granadina como el restaurante familiar que la puso por primera vez sobre una barra y la popularizó en pleno corazón de la ciudad.

Este plato se basa, básicamente, en pescado (al gusto, pero sobre todo, pescado blanco), mayonesa y marisco, donde destacan las almejas y las gambas. En muchas familias se sirve en ocasiones especiales, sobre todo en Navidad, aunque poder degustarla no obedece al calendario obligatoriamente. De color blanco y tupido sabor, es de las recetas más tradicionales de las cocinas 'de las abuelas' de Granada aunque su nombre, a priori, despiste.

El restaurante de Hollywood, reyes y presidentes

Se la denomina sopa 'sevillana' y, bien es cierto, que se trata de un 'robo' no perpetrado por la capital andaluza. Es más bien un regalo hecho por el mismo establecimiento que la popularizó entre sus parroquianos. Algunos de ellos tan famosos como la pléyade hollywoodiense de la época dorada como Marlon Brando, Ava Gardner, Gregory Peck, entre otros.

Hablamos del Restaurante Sevilla, quien ha conocido a reyes, presidentes del gobierno, folclóricas de primer orden como Concha Piquer o Lola Flores e intelectuales que son historia del arte español como Federico García Lorca, Manuel de Falla, José Luis Navarrete o Alfonso Gamir.

Este establecimiento que miraba de 'reojillo' la Catedral, al estar ubicado en la calle Oficios, en uno de los laterales del templo, el más importante porque contiene la Capilla Real.

De hecho, hace una década de su cierre, que prometió ser solamente temporal y causado por obras y que, sin embargo, mantiene cerrada esta página de la historia granadina. Y no hablamos solamente de la gastronómica.

Juan Luis Álvarez, en la puerta de su restaurante en el último día previo al cierre.
Juan Luis Álvarez, en la puerta de su restaurante en el último día previo al cierre.

Historia de una sopa

El Sevilla nació en 1930 y su historia es la de una familia, primero la de Ana Castañera, alias, 'La tita', fundadora de la casa y quien primero puso a disposición de los clientes la famosa sopa. El otro fundador del restaurante fue el marido de Ana, Antonio Moreno, llamado 'Lagartijillo chico'. Este hombre fue, sin saberlo, quien bautizó la receta de su mujer.

Fue Moreno quien puso nombre al restaurante y fue Sevilla el elegido por la gran afición del granadino a los toros y, precisamente, por ser Sevilla la capital de la tauromaquia en aquel entonces.

El último propietario del Sevilla y quien a disgusto echó el cierre de su persiana por última vez fue Juan Luis Álvarez, nieto adoptivo del matrimonio fundador del restaurante. El padre de este, Antonio Álvarez, fue criado por Ana y Antonio al perder muy pronto a sus padres, y quien heredó el negocio familiar que finalmente acabó siendo regentado por su hijo.

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