¿Sabes por qué las tapas van camino de ser patrimonio de la humanidad? Lo explica el BOE
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Granada es conocida a nivel nacional e internacional por su riqueza gastronómica, cualidad entre las que se encuentra la opción culinaria más característica de sus bares y restaurantes: las tapas. Polémicas a un lado sobre el pago de las mismas, la tapa lleva tiempo en camino de convertirse en nada más y nada menos que patrimonio inmaterial de la humanidad, como explica el BOE.
"Las Tapas se han convertido en uno de los elementos más representativos de la identidad no ya solo alimentaria, sino cultural de nuestro país, adquiriendo un gran reconocimiento internacional que las asocia ya de una manera indisoluble a lo español", recoge la Resolución de 2 de febrero de 2018, de la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, por la que se inició el expediente de declaración de la tradición cultural de las Tapas como manifestación representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Por tanto, en esta disposición del Boletín Oficial del Estado se afirma que "tapear" o incluso "irse de pinchos" es sin duda alguna uno de los elementos "más representativos de la imagen exterior de España" y además se ha establecido como uno de los rasgos "más característicos y populares de algunas ciudades y territorios".
En el escrito emitido por el Ministerio de Educación y Deporte se considera por tanto "la trascendencia internacional de esta tradición en España" y se tiene en cuenta, además, que "la consideración en conjunto de esta manifestación requiere para su específica comprensión una consideración unitaria, más allá de la propia que pueda recibir en una o varias Comunidades Autónomas".
El escrito, en el que se exponen estas razones de calado y se comunicó al Consejo de Patrimonio Histórico Español esta intención, atendiendo al informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Real Academia de la Gastronomía, la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural. El escrito resolvió entonces una hoja de ruta para lograr esta consideración para la costumbre gastronómica de la tapa. Entre los pasos a seguir se encuentra: Iniciar el expediente para la declaración como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la tradición cultural de las Tapas en España; Disponer la apertura de un periodo de información pública; Tramitar el correspondiente expediente de declaración de Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial y comunicar la incoación al Inventario General de Patrimonio Cultural Inmaterial para su anotación preventiva.
En el anexo se especifica que "el término tapa no siempre es el más utilizado en determinados territorios" Por lo que en este sentido el Director General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente Batanero, aclara que se pueden recoger otros sinónimos como "pincho" o "aperitivo". Y también aclara que "hay muchas denominaciones" para referirse al hecho de "ir de tapas", que también tiene como términos equivalentes el "ir de vinos", ir de "ronda de vinos", ir de "potes" o ir "de cañas.
Otros intentos de la gastronomía española
Durante su presencia en el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, Elena Espinosa, la entonces ministra de Pesca, Agricultura y Alimentación pidió a la Unión Europea que la dieta mediterránea fuera incluida en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, por sus indudables beneficios a lo largo de los años en la salud de la humanidad.
Además de ser un modelo alimenticio de calidad y contribuir a un descenso de las enfermedades cardiovasculares, la dieta mediterránea es un concepto cultural que deriva del tipo de vida y alimentos que se poseían en la antigüedad y que llevaron a mejorar la salud de la parte de la población que seguían este tipo de régimen y de vida.
La candidatura "Paella valenciana, el arte de unir y compartir” consiguió el reconocimiento de BIC (Bien de Interés Cultural) por varios motivos, pero el más importante es que hablamos de algo que es mucho más que un plato. Las actividades, conocimientos y usos que forman parte de él y que constituyen las manifestaciones más representativas y valiosas de la cultura y los modos de vida tradicionales del pueblo valenciano tienen en ellas la principal razón de su inscripción.
Entre las razones incontestables para obtener la consideración de BIC se encuentra su forma del cultivo y la recolecta del arroz, las técnicas de elaboración, el simbolismo del plato en las comidas familiares y los conocimientos transmitidos de generación en generación son parte del triunfo de la candidatura. Este conjunto supone para los valencianos no solo un delicioso plato, sino una representación del sentimiento de identidad y continuidad que pretenden salvaguardar.
Teniendo en cuenta las razones por las que la paella obtuvo su recompensa cultural, no hay motivos por los cuales la tapa no pueda lograr el reconocimiento de patrimonio inmaterial de la humanidad. Sea posible o no, los granadinos siguen esperándola, pero sobre todo disfrutándola en los mejores sitios de la ciudad en los que la tradición se mantiene a flote.
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