Rosana González | Directora del Hotel Colón

“Debemos seleccionar muy bien qué turista queremos”

Rosana González en el vestíbulo del Hotel Colón.

Rosana González en el vestíbulo del Hotel Colón. / Juan Carlos Muñoz

Burgalesa de nacimiento, los comienzos de Rosana González en el trato con los clientes le vino de sus padres, los cuales tenían un restaurante en la ciudad del Cid. En su infancia aquel mundo no le atrajo mucho, pero luego, siendo adolescente, le supuso una fascinación recibir a huéspedes en los hoteles y, especialmente, en el segmento del lujo.

Hace nueve años llegó a Sevilla para ponerse al frente de un clásico de la ciudad, el Hotel Colón. Ha superado una pandemia y ahora ha sido premiada por su gestión turística y el liderazgo femenino.

Con ella hablamos en la cafetería de este emblemático establecimiento de la calle Canalejas. Acaban de dar las doce de la mañana. 

-A principios de año fue reconocida con un importante premio turístico...

-Sergestur hace una selección de las 150 personas más influyentes cada año en el mundo del turismo. En este 2024 han decidido incluirme en esa lista tanto por mi actividad en el sector hotelero como por la formación en dicho ámbito. Han querido reconocer también mi liderazgo femenino. Es un orgullo. 

-¿Cuándo comenzó en la actividad turística?

-Mis padres tenían restaurantes en Burgos. Era un trabajo que no apreciaba mucho porque condicionaba la conciliación familiar, pero luego me atrajo, especialmente los hoteles y el segmento del lujo. Decidí entonces que quería ser directora de hotel.

-¿Y qué hace una burgalesa como usted por tierras sevillanas?

-Pues el privilegio de dedicarte a esta profesión permite hacer felices a las personas y, por otro, nos aporta movilidad geográfica. La compañía en la que desarrollo mi labor nos va ofreciendo retos y a mí me lo presentó en 2015, con el Hotel Colón. Antes estaba en el Don Pepe de Marbella. El nuevo proyecto me pareció apasionante, por eso esta burgalesa está en Sevilla. Y está muy bien en Sevilla. 

-En la reapertura del Colón no faltaron críticas por la nueva estética que presentaba este hotel...

-Cuando llegué a Sevilla en 2015 es cierto que la ciudad reclamaba el Hotel Colón de la época anterior. La empresa era consciente de la reforma que había hecho, muy vanguardista. Al entrar, al menos, el restaurante El Burladero ya había recuperado su esencia anterior. Fue cuando nos dimos cuenta de que el hotel también necesitaba un giro, una renovación para devolvérselo a la ciudad. Si Sevilla volvía a entrar en el Colón, le debía devolver su Colón y por eso en 2021, aprovechando el año y medio que estuvo cerrado por la pandemia, dimos este giro tan drástico con el que convertimos el Colón en Sevilla y Sevilla en el Colón.

"Aprovechamos la pandemia para darle el giro estético al Colón y devolvérselo a Sevilla"

-En estos tiempos en los que se advierte de turismo excesivo, ¿hoteles como el Colón ayudan a hacer una criba en la calidad?

-Creo que es muy importante pararse a pensar para saber dónde estamos y dónde queremos llegar. El Covid ayudó a replantear la ciudad y a hacer un cambio estratégico en cuanto a la velocidad a la que íbamos. No sé si se ha hecho todo lo que se tenía que hacer, pero tengo muy claro que debemos buscar un cliente que verdaderamente aporte a Sevilla, no sólo al sector del hotel o de la restauración, sino también a las tiendas, a los servicios y a la industria. Se trata de un trabajo que no es fácil, pero debemos pararnos y analizarlo para marcar la estrategia, no esperar a que sucedan los hechos para luego establecerla. 

-¿Ese turismo masivo se puede cargar la gallina de los huevos de oro?

-Sí. Tenemos ejemplos como Venecia. Creo que estamos a tiempo. Sevilla puede incrementar aún su número de turistas, pero debemos seleccionar muy bien qué tipo de visitante queremos y qué queremos que ese turista se lleve de Sevilla y qué debe dejar en la ciudad. 

-¿Es partidaria de la tasa turística?

-Se aplica en muchísimos países e, incluso, ciudades españolas. Creo que si se gestiona bien, tiene sentido. Pero también hay ejemplo de otros lugares en los que no se ha ejecutado correctamente y lo único que ha hecho es perjudicar. Por tanto, de nuevo, debemos pensar muy bien la estrategia y el plan de acción antes de tomar una decisión. 

-¿El Colón perdería clientes porque se le cobrara un euro por noche? ¿Tanto influye esa tasa a la hora de visitar una ciudad?

-El cliente de este hotel es, en su mayoría, internacional y está acostumbrado a esa tasa. Lo que sí que está claro es que supone un desembolso importante que, si ni la empresa ni el visitante lo ve repercutido en beneficiar su experiencia en la ciudad, será perjudicial. Si se nota una mejora, por supuesto, lo apoyará. 

-En estos meses también se ha hablado del cierre de la Plaza de España y de cobrar la visita a quienes vienen de fuera de Sevilla. ¿Es adecuada tal medida?

-En estos asuntos prefiero no entrar en demasiados detalles, pero sí es cierto que existen muchos enclaves en el mundo en los que para acceder se paga una entrada. Si los ingresos de esta entrada se dedican íntegramente a la conservación y limpieza de la Plaza de España, creo que al turista no le va a importar abonarla, pues va a disfrutar de un mejor enclave monumental. 

"En la tasa turística debemos pensar muy bien la estrategia antes de tomar una decisión"

-¿Cuántas horas pasa al día en este hotel?

-(Risas). Todos los días son diferentes. Lo bonito de nuestra profesión es que nos dedicamos a gestionar personas para personas. Todo ello hace que las jornadas sean intensas, largas y muy distintas. 

-¿Cuál es el cliente que mayor satisfacción le ha dado alojar en el Colón?

-No podría decir a nadie en concreto porque sería muy injusto, pero en mis 22 años que llevo en esta profesión tengo el placer de decir que el 99,9% de los clientes son un lujo por lo que nos aportan en nuestro día a día. Muchos te sorprenden en positivo. En Los Grammy, por ejemplo, tuvimos a estrellas internacionales como Antonio Banderas y Laura Paussini, que fueron muy amables con el equipo. 

-¿Y el servicio más extraño que le hayan solicitado?

-Recuerdo hace unos años que un cliente nos pidió 5.000 rosas rojas para una señora que también se alojaba en el hotel, a la cual no conocía. 

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