Raphael, cantante

“Procuro hacer lo que me va y lo que el público quiere que haga”

  • La gira ‘Raphael 6.0.’ llevará al cantante jienense este viernes hasta Málaga y el sábado al Palacio Municipal de Deportes de Granada

“Procuro hacer lo que me va y lo que el público quiere que haga”

“Procuro hacer lo que me va y lo que el público quiere que haga”

–Muchas de las personas que acudan al Palacio de Deportes el sábado 6 de noviembre lo habrán escuchado ya en directo muchas veces. ¿Cómo se consigue llevar 60 años en la música y seguir llenando espacios con ese aforo?

–Se consigue primero gustándole a la gente. Y segundo, manteniéndose muy en forma para que cada año te vean, si es posible, mejor, y mejor. Y claro, así salen comentando lo que salen comentado: “¡Cómo está, pero cómo está!” “¡Y cómo está cantando!”.

–A sus 78 años sigue en plena forma en escena, y son dos horas y medio de concierto. Eso el público lo tiene que percibir.

–Hay una cosa que me interesa mucho que digan: “A diferencia del año pasado, ha cantado más y canciones más bonitas, además de las de siempre, que no pueden faltar”. La persona que yo tengo en el sonido me dice que me va a hacer un regalo cuando acabemos la gira: ponerme todo lo que el público comenta al salir, que es más importante que lo que aplauden. Yo tengo muchas fotos de la gente, pero no sé lo que dice.

–¿El secreto de tantos años de éxito, es ser un profesional?

–Hace mucho. Cuidarse y ser un profesional hace muchísimo, que no te vean en los bares o fumando, que sepan que te cuidas para ellos, esto también es muy importante.

–En directo sorprende por su precisión, es como un reloj suizo. ¿Está todo tan medido como da la impresión?

–(Risas) Qué bonito, soy un reloj suizo. Está medido todo lo que no tiene que ver conmigo: las luces, el sonido, la orquesta... Pero mi interpretación cada día es la que es y depende de mi estado de ánimo, de mi humor. Si yo estoy feliz ese día es maravilloso para el público, ellos lo notan. Es tremendo. Pero si estoy un poquito mohíno también se me nota. Por eso yo procuro estar siempre muy bien y muy brillante.

–En esta gira, Raphael 6.0, sigue con su ritmo habitual de conciertos: este viernes Málaga, después de Granada, Madrid... ¿Cómo programa uno una gira para seguir cuidándose?

–Estando bien y en forma lo demás es fácil, porque hoy en día viajar es muy cómodo. En media hora me pongo en Granada en avión. Ya no nos pegamos las palizas que nos dábamos antes por carretera. Yo ahora, con mi chófer, cojo tramos de carretera porque me gusta recordar viejos tiempos, porque me dan un paseo. Pero ahora, con el AVE o el avión, llego muy rápido a cualquier rincón de España y del extranjero, porque te pones en Nueva York en seis horas. Viajas cómodamente.

"Todo lo que el público comenta al salir es más importante que lo que aplaude”

–Y en los hoteles ¿es de los que pide, un nutricionista para hacer una dieta, gimnasio para el deporte...?

–La dieta la llevo aprendida desde casa, no hace falta que nadie me diga lo que tengo que comer y lo que no. Sé lo que puede pasarse uno de la raya, que es poquito. Y de deporte, ando, que es bastante. El ejercicio lo hago después en el escenario, que son dos horas y media dale que te pego.

–La publicidad del álbum Raphael 6.0 afirma que contiene las canciones que siempre quiso cantar y nunca cantó hasta ahora.

–Sí, porque son canciones que no son mías pero que me gustaban mucho. Y, además, las he cantado a dúo con grandes compañeros. Es un disco precioso.

"A mí me interesa mucho la gente joven que hace cosas novedosas que no se parecen a las mías”

–Ha trabajado con Luis Fonsi, Vanesa Martín, Pablo Alborán, Mikel Izal... ¿Le queda aún artista con el que quiera cantar?

–¡Estamos todos! Pero puede que haya alguno que de pronto salga y me guste, a lo mejor porque es diferente... A mí me interesa mucho la gente joven que hace cosas novedosas que no se parecen a las mías.

–En unas declaraciones recientes aseguraba que hay momentos para aprender y otros para ponerse una venda. ¿Cuáles son esos momentos?

–Todos los días aprendes, aunque no quieras. Ponerme delante del público es un aprendizaje muy necesario para mí y para mi futuro. Hay que trabajar muy arduamente antes de salir al escenario y allí soltar todo lo que has aprendido.

–¿Y cuáles son esos otros momentos de cerrarse en banda? ¿Eso es ser fiel a uno mismo? Porque ha llegado a estar en los festivales más importantes destinados a público joven sin renunciar a su estilo de siempre. Por ejemplo, Lola Flores llegó a hacer rap, ¡Ay, Alvariño!

–Bueno, pero ella tenía arte para todo. Procuro hacer lo que me va y lo que el público quiere que haga. Yo lo entiendo perfectamente, sé lo que quieren, porque son muchos años de estar en contacto de el público. Sobre todo con la gente joven, que es la que más va a verte porque sale más.

"Procuro cumplir todos mis sueños. Puedo tardar más o menos, pero termino haciendo lo que he soñado”

–Hablando de Lola, que también tiene una serie en Movistar, ahora en 2022 estrenará Raphaelismo. Cuando uno tiene su propia serie, ¿se confirma que es un icono?

–No, confirma que la vida que he tenido tiene interés. Y el público se quiere enterar viéndolo contado en primera persona. Y, sobre todo, los países que he estado y en los que estoy. Los grandes éxitos que he tenido y que sigo teniendo. La gente va a verlo muy de cerca.

–¿Le queda algún sueño por cumplir?

–Alguno habrá, pero procuro cumplirlos todos. Puedo tardar más o menos, pero termino haciendo lo que he soñado hacer.  

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