La Rayuela

Lola Quero

lolaquero@granadahoy.com

Las candidatas del morbo

Promete el previsible emparejamiento electoral en Granada de Macarena Olona (Vox) y Marifrán Carazo (PP), dos perfiles políticos en auge, pero muy diferentes

Las candidatas del morbo

Las candidatas del morbo

Los resultados de los comicios en Castilla y León son el disparo de salida para otra carrera electoral, la andaluza. Pero los contendientes de aquí no solo han estado velando armas. Ya se forman filas y hay escaramuzas. En Granada, la batalla promete, y mucho, antes y después de la publicación de las listas, porque estamos precisamente en esa fase de los esfuerzos por estar ahí.

Entre las muchas especulaciones de estos días sobre quiénes aparecerán en las papeletas de cada partido, en esta provincia hay dos nombres en negrita en las quinielas porque en este momento su popularidad política está en auge y porque su enfrentamiento directo puede traer cola. Parece claro que en el PP será la actual responsable de Fomento, Marifrán Carazo, la que encabece la lista por Granada. Otra cosa es quién vaya detrás. Es decir, los nombres que habrá de cada una de las dos sensibilidades internas. Está por ver cuántos afines logrará incluir Teodoro García Egea entre los de confianza de la emergente consejera y el presidente andaluz Moreno Bonilla.

La campaña puede ser movida si se cumplen todos los pronósticos y Macarena Olona se confirma como candidata de Vox a la presidencia de la Junta. Y sobre todo si además lo hace como cabeza de la lista de Granada. Como en Castilla y León, para el PP andaluz será clave la competencia de Vox, porque batallan por una parte del electorado y porque podrían llegar a necesitarse para gobernar. Al margen de ese análisis soso, obvio y solamente político, el morbo de la contienda entre Carazo y Olona está también en el factor humano, el de los personalismos.

Macarena de Granada, como le gusta que la llamen para no ser acusada de paracaidista política, no tiene filtro ni pelos en la lengua, lo que siempre puede ser un éxito o un camino hacia el charco. En ese aspecto, Marifrán es lo contrario, porque tiene un perfil público de mujer moderada. Rara vez ataca abiertamente. Además ella pretende hacer valer su capacidad para gestionar un enorme presupuesto de obras e infraestructuras y para llegar a acuerdos con alcaldes de todos los colores en Andalucía y con todo tipo de instituciones, como la Universidad de Granada. Aunque precisamente en esta ciudad, con el socialista Paco Cuenca, es donde más problemas le están surgiendo. Es posible que el PSOE la vea como futura rival para las municipales de 2023 y trate de frenar su proyección, pero Carazo parece estar a otra cosa.

De vuelta al hilo del emparejamiento de candidatas a las autonómicas, a diferencia de ese cartel de gestión, Olona es reconocible por sus ideas espontáneas. Aún es "pura", como lo eran Yolanda Díaz o Pablo Iglesias antes de pasar por el Consejo de Ministros y tener que moderar su discurso y sus propuestas. Lo que pasa es que, como dijo la vicepresidencia hace unos días, con la pureza no se cambia la vida de la gente porque no es compatible con la política real.

El griego Plutarco escribió que tener enemigos es muy positivo, porque nos ayudan a tomar conciencia de nuestras debilidades y contribuyen a que cometamos menos errores. Un rival fuerte en política no tiene por qué ser motivo de pánico y la presumible cabeza de lista del PP podría salir beneficiada al competir con Olona, a la que temen en cualquier circunscripción. Carazo, al estilo Moreno Bonilla, pretende no entrar en su territorio y trata de abarcar más espacio electoral hacia el centro moderado. Lo más curioso podría ser que ambas quisieran hacer el mismo recorrido hacia el centro (incluso a la izquierda obrera, como ya apunta Macarena), donde todos son conscientes de que Cs está dejando un hueco enorme. Ahí está el pastel sin dueño.

En ese punto entra en juego el PSOE y el posible efecto Luis Salvador. El exalcalde de Granada, antiguo socio del PP cuando lideraba Cs, ya ha pedido el voto para Juan Espadas y parece que va a meterse de lleno en la campaña para tratar de arrastrar los antiguos apoyos del partido naranja. La lista socialista en Granada, con nombres como Noel López o Gerardo Sánchez, está muy cara. Y además es cremallera.

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