La Rayuela

Lola Quero

lolaquero@granadahoy.com

Que viene el lobo

Así se forjó la leyenda del lobo. ¿Como Di Caprio en Wall Street o al estilo Iván Redondo? ¿Es ahora la política un viejo cuento?

Que viene el lobo

Que viene el lobo

Ya no es una especie cinegética. Una orden ministerial ha incluido al lobo entre los animales que no se pueden abatir en España. En un reciente reportaje titulado ¿Que viene el lobo? y publicado en este periódico, el biólogo Ignacio Henares explicaba que la nueva protección de este animal con tan mala fama en Andalucía podría provocar el regreso de algunos ejemplares de otras zonas del país, donde son más abundantes. Porque aquí, en teoría, ya no hay lobos. "Ante esta situación caben dos actitudes: esperarlo en las trincheras para abatirlo y procurar su exterminio, o prepararnos y adaptarnos para convivir con esta especie".

Seguro que Henares, experto en fauna, flora y ecosistemas, pero también amigo de la política, no estaba pensando en esos momentos en otra clase de lobos que también están en el candelero de la actualidad, temidos en Andalucía igual o más y a los que ya se les atribuyen algunas incursiones para cazar a sus presas políticas cuando más desprevenidas están. Esta semana, tras salir a la luz una grabación del líder andaluz de Cs, Juan Marín, que ha puesto en una difícil posición su alianza de Gobierno en la Junta con el PP de Juanma Moreno, todos los dedos apuntaron de inmediato a un lobo, Fran Hervías, antiguo secretario de Organización del partido naranja con Albert Rivera y fichaje estrella de Teodoro García Egea en el PP, se supone que para recoger los cascotes de Ciudadanos y llevarlos a Génova.

Este político es de origen granadino, un detalle muy reivindicado por él durante la campaña electoral tras la que fue elegido diputado por esta provincia. Sus padres son de Quéntar, un municipio próximo a Sierra Nevada, que hace muchos años sí debió de ser un lugar plagado de lobos. Y esto entronca con el origen de su apodo, porque fue aquí, en Granada, donde forjó su leyenda. El día 15 de junio de 2019, cuando contra todo pronóstico el Ayuntamiento de Granada eligió como alcalde a Luis Salvador, un concejal de Cs que estaba en clara minoría y fue apoyado por el mayoritario grupo del PP, Fran Hervías subió a su cuenta de Instagram una imagen de Leonardo di Caprio levantando los brazos en señal de victoria, en un fotograma de la película El lobo de Wall Street. Aquel detalle en redes sociales fue suficiente para ratificar que Hervías había sido el artífice del acuerdo in extremis con el popular García Egea, a 500 kilómetros de distancia de la Plaza del Carmen.

Pero la leyenda del lobo Hervías fue creciendo a golpe de acontecimientos y ha habido otras ocasiones en las que ha recurrido al mismo fotograma victorioso en sus cuentas de redes sociales. Una de las cacerías que se le atribuyen es precisamente la de haber derribado este verano al mismo alcalde que él colocó en Granada. Esta vez habría actuado desde su despacho de Génova y el objetivo era dar el bastón de mando al PP para que concluyera el mandato desde una mejor posición de gobierno. Pero la operación no salió limpia porque ya sabemos que fue el PSOE el que recogió los frutos de la batalla y se hizo con la Alcaldía, lo que ha supuesto un golpe duro para el PP. Quizás no se tuvieron en cuenta los factores más viscerales. Igual el PP creyó que activar aquel mecanismo de presión a Salvador iba a tener la lógica consecuencia de que se apartara, pero es difícil imaginar que Hervías, que lo conoce muy bien, no hubiera previsto el final. Juan Marín advirtió a Salvador entonces: Van a por ti, vete. Que viene el lobo, o los lobos. Pero Luis no se movió mucho, sólo giró la cabeza a la izquierda, hacia su antiguo partido, al que tampoco le viene mal recoger algunos de los restos de Cs, sobre todo los que se traducen en votos.

Al día siguiente de publicarse las grabaciones sobre su visión electoralista de los presupuestos en Andalucía, Marín dijo en los medios que lo entrevistaron algo similar a lo que transmitió a Salvador: "Van a por mí". Y señaló al lobo. Luego ha reculado, porque si algún día Marín gira la cabeza se supone que será hacia el lado derecho (si no lo ha hecho ya) y no querrá encontrarse a un lobo de frente.

O no... Porque igual todo esto son cuentos y el lobo no va a venir. Quizás, como nos ocurrió con Iván Redondo, un día descubrimos que es un personaje que da más miedo entre las sombras que de frente. Y que no es tan fiero como lo pintan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios