Sucesos

El padre de los niños asesinados por su abuelo en Huétor Tájar sigue ingresado en un hospital de Granada

Minuto de silencio ayer en Huétor Tájar

Minuto de silencio ayer en Huétor Tájar / Antonio L. Juárez / Photographerssports

El padre de los dos menores asesinados supuestamente por su abuelo en Huétor Tájar este pasado lunes continúa ingresado en un hospital de la capital granadina, según ha confirmado fuentes sanitarias. Según apuntó ayer el alcalde de la localidad, Fernando Delgado, el progenitor estaba "sedado y bajo vigilancia sanitaria" desde que conoció el trágico desenlace de los hechos. El mismo regidor de la localidad hueteña ha confirmado a este diario que el padre pretende estar presente en el sepelio de sus hijos. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Loja, encargado de las diligencias judiciales abiertas por la muerte de los dos hermanos menores de edad a manos de su abuelo materno, acordó declarar secreta la investigación por el plazo de un mes.

El día después en Huétor Tájar se ha levantado con normalidad aunque aún pesa en el ambiente la tragedia vivida en las últimas horas, culminada el lunes por la tarde con el multitudinario minuto de silencio frente a las puertas del Ayuntamiento. A esta hora aún se desconoce cuándo será el entierro de los dos menores y del abuelo, aunque muchos vecinos están prácticamente pidiendo que se haga de forma separada.

En todo caso, según fuentes de la Guardia Civil, se espera que hoy puedan estar realizadas las autopsias a los tres cadáveres, aunque tampoco aseguran que puedan alagarse unos días más. Del análisis de los cuerpos se podrá derivar a la investigación algunas de las preguntas aún sin responder, principalmente la hora de la muerte de los menores, ya que la teoría con la que trabaja la Guardia Civil es que el abuelo se habría quitado la vida horas después de matar a los niños. La versión oficial es que el hombre, de 72 años, se quitó la vida cuando los agentes del Instituto Armado entraron en el inmueble. El Juzgado aún no ha recibido el informe preliminar de autopsia practicado a los tres cadáveres.

El hombre había abandonado la vivienda en la que se produjeron los hechos en la calle Alfredo Nobel poco antes de las diez de la noche del domingo cuando el abuelo sacó una escopeta, y donde algunas fuentes apuntan a que incluso encañonó al padre, con quien había tenido una discusión, según el relato ofrecido por el delegado del Gobierno en Andalucía este pasado lunes.

En esta versión oficial, se añade que hasta Huétor Tájar se desplazaron los agentes de la Guardia Civil acompañados de un mediador que estuvo en contacto con el abuelo "de manera casi permanente a modo de negociar la solución al conflicto", según el delegado. El hombre portaba en todo momento una escopeta de caza con la que llegó a hacer dos disparos al aire desde la ventana cuando llegaron los guardias civiles para advertir de que estaba armado. La Benemérita activó el protocolo y hasta allí se desplazó la Unidad Especial de Intervención junto a otro negociador que tomó el relevo del anterior y que estuvo negociando "pacíficamente".

La negociación se mantuvo hasta las cinco de la madrugada, cuando el abuelo anunció que iban a dejar de hablar porque pronto tendría que preparar a los dos niños para ir al colegio. En ese momento, "se confía plenamente" en las palabras del anciano y se espera a que los nietos salgan pero al llegar las ocho de la mañana y no producirse este hecho, los agentes se prepararon para entrar en la casa, algo que sucedió media hora más tarde. Ahí, los agentes descubrieron el fatal desenlace del suceso.

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