Los 15 días decisivos para fraguar el nuevo gobierno de Granada
Pacto por la Alcaldía
Las direcciones nacionales de PP y Cs 'firmaron' un pacto que ha dado como fruto el actual equipo municipal
La incógnita de quién terminará el mandato como alcalde, sin resolver
Granada/Del titular de El PP negocia con Cs dar la Alcaldía de Granada a Luis Salvador hasta el de El nuevo gobierno devuelve al PP las áreas de poder municipal han pasado 15 días. Una distancia temporal a la que hay que sumar una quincena más –como mínimo– de titulares en los que se ha ido relatando cómo se ha fraguado un pacto de gobierno que se cerró e hizo público este jueves y que ha dado mucho que hablar. Y es que, mientras por un lado se ha hecho realidad el deseo de ser alcalde al que se aferró Luis Salvador (Cs) el 26-M pese a los resultados –Ciudadanos sacó los mismo concejales que en 2015: cuatro–, por otro se ha dado el peso del gobierno al PP, a la vez que se ha frustrado el sueño de un Sebastián Pérez (PP) que sigue sin resignarse: objetivo Alcaldía 2021. ¿Pero cómo se gestó todo? Para ello, hay que remontarse a dos días antes del pleno de investidura.
Jueves 13 de junio: ¿Luis Salvador?
A menos de 48 horas de la votación, el acuerdo de las derechas seguía bloqueado por Vox. Las desavenencias entre Onofre Miralles y Sebastián Pérez eran conocidas, pero además el portavoz de Vox había lanzado un órdago a Pérez en el que le advertía de una posible demanda a raíz de unas declaraciones del popular. Miralles no apoyaría que Pérez fuese alcalde, aunque sí daría los tres votos de su partido al PP si era otro de los de los populares el propuesto para asumir la alcaldía, algo a lo que Pérez se negó de forma rotunda.
En el año 2016, cuando estalló la operación Nazarí, el presidente provincial del PP, por entonces teniente alcalde con José Torres Hurtado, tuvo que dimitir de forma forzada para así propiciar la salida del entonces regidor del Ayuntamiento, y ahora no estaba dispuesto a dar otro paso al lado en favor de su partido, pese a que tenía sobre la mesa una oferta del PP para asumir otro cargo en otra institución.
Con este escenario y a sabiendas de que los acuerdos realmente se estaban llevando a cabo desde Madrid –era sabido desde antes de las elecciones que la mesa de negociación iba a gestarse a nivel nacional–, el líder nacional de Cs Fran Hervías vio el escenario idóneo para lograr que el pacto de las derechas se llevara a cabo y además sacar rédito para los suyos: Luis Salvador, alcalde.
Así se lo transmitió al popular Teodoro García Egea con el que además estaba negociando otros acuerdos como Málaga –el ya famoso trueque que muchos han comentado en el que se habría cambiado Granada por la Diputación de la Costa del Sol– o Jaén. Sin embargo, esto aún no era factible, no al menos a ojos del PP. ¿Cómo un partido con sólo cuatro concejales iba a asumir la Alcaldía si el PP tenía siete?
Esa tarde, los teléfonos no dejaban de sonar, sobre todo después de que Vox viese con buenos ojos una Alcaldía de color naranja, pero con unas condiciones que se trasladaron un día después, a 24 horas del pleno de investidura, después de que incluso el PSOE viese que la posibilidad del pacto de derechas, que hasta entonces estaba bloqueada, era cada vez más factible.
Viernes 14 de junio: la reunión en el Meliá
La mañana del 14 de junio, el entonces alcalde en funciones Paco Cuenca, que había sido la fuerza más votada en la capital –diez concejales– abría la puerta a Luis Salvador, con quien ya se puso de acuerdo en 2016 para sacar adelante la moción de censura contra el PP, para formar gobierno. Pero las negociaciones por la derecha cada vez iban más avanzadas –de ello se encargaba Madrid– y la comisión de negociación del PSOE a nivel local formada por Cuenca, la actual concejal y entonces teniente alcalde Ana Muñoz y el exregidor Jesús Quero, nunca llegó a ponerse en marcha.
Unas horas después, Onofre Miralles y Luis Salvador se reunían en el piso de una amiga en común, cita en la que se habría pactado, según la formación de Santiago Abascal, el apoyo de Vox a la investidura de Luis Salvador a cambio de entrar en gobierno. Tener el apoyo de Miralles era un gran paso, sin embargo, aún quedaba lo más difícil: convencer a los siete del PP.
Esa tarde, en el Hotel Meliá, Sebastián Pérez recibió a un Luis Salvador que entró más tranquilo de lo que salió, ya que ambos habían puesto sobre la mesa su nombre para asumir la Alcaldía. Todo ello, mientras de forma paralela Hervías y García Egea continuaban con su negociación.
Madrugada del día de la investidura: el pacto
La noche del viernes, después de que Vox anunciase un decálogo de medidas "más que asumible", a ojos de Cs y PP, que no exigía "sillas públicas", ni tampoco elegir el nombre del alcalde –pese a que una vez formado el gobierno municipal el propio Miralles haya anunciado la 'ruptura' del acuerdo por no haber formado parte del ejecutivo–, Sebastián Pérez "se veía" como alcalde. Así lo dijo y así lo parecía, pero esa noche dio para mucho vía Madrid.
Pese a todo lo anunciado, el veto de Miralles a Pérez continuaba, Cs ya no daba marcha atrás: o la Alcaldía o Paco Cuenca revalidaría el título de alcalde, y el popular tampoco aceptaría la propuesta de su partido y daría un paso al lado, por lo que la madrugada del sábado Génova se aferró a la opción de al menos entrar en gobierno, habría pacto a la andaluza, pero al revés: la Alcaldía para Luis Salvador y por cuatro años.
Sábado 15 de junio: la votación del alcalde
De esta forma y ya con el PSOE totalmente fuera de juego, se llegó a la mañana del sábado, donde de nuevo la sexta planta del Hotel Meliá, en la que el día de antes se habían reunido por más de diez horas, acogió a la comitiva local del PP entre la que la noticia no fue bien avenida: "¿Cómo vamos a darle la Alcaldía a Cs si sólo tiene cuatro concejales?". Pero ese era el acuerdo de Madrid y pese a que la tensión no dejaba de crecer en esa cita de los populares la orden había que acatarla: había que votar a Luis Salvador como alcalde.
Fue entonces cuando empezó el cruce de versiones sobre un acuerdo que ha quedado emplazado al 2021. Según Luis Salvador –coincide con la versión de la dirección nacional del PP, según fuentes de Génova consultadas por este diario– el acuerdo es de cuatro años con un gobierno liderado por Cs, mientras que Sebastián Pérez asegura que la mañana del sábado acordó con el actual alcalde un 2+2: Luis Salvador los dos primeros años –son los más duros tras un cambio de Gobierno– y él los dos últimos, los años 'llamativos' en los que poder hacer campaña de cara a los próximos comicios.
Así se llegó al pleno de investidura del que Sebastián Pérez salió por una puerta trasera y tras el que se borró del mapa durante nueve días, sin dar ningún tipo de explicación sobre lo ocurrido, ni si quiera de forma interna.
El encendido del Corpus y el silencio del PP
Esa noche, Luis Salvador ya como máximo representante de Granada, fue el encargado de inaugurar un Corpus que estuvo marcado por el 'desgobierno' municipal y la numerosas incógnitas sobre el acuerdo.
El lunes tuvo lugar la primera declaración pública del nuevo alcalde en el que anunciaba una vicealcaldía para el PP y tras la que la líder nacional de Vox Macarena Olona amenazaba con una posible moción de censura si no entraban en gobierno. Todo ello horas antes de que en el recinto ferial la Diputación celebrara su tradicional almuerzo con los medios de comunicación en la caseta, mientras que La Gaviota –la caseta de los populares– acogía un encuentro interno del partido en el que fue el delegado de la Junta en Granada y secretario provincial del PP, Pablo García, quien asumió el liderazgo ante la ausencia de un Sebastián Pérez que seguía sin aparecer y que al día siguiente viajaría a Madrid para la ya famosa reunión entre PP y Cs.
La cita en Madrid y la comisión de negociación
Durante la cita en la capital, en la que la tensión fue protagonista y ante la que desde el PP-A se anunció que el acuerdo era de alternancia en la Alcaldía, para luego horas más tarde recular y afirmar que "no había nada escrito", ambas formaciones acordaron que se crearía una comisión de negociación a nivel local para perfilar un acuerdo de gobierno con muchos interrogantes, entre otros si habría o no 2+2 –pese a la postura del PP a nivel nacional y de Cs–, la vicealcaldía o si Vox entraría o no en el reparto de áreas.
Sin embargo, 24 horas después, durante el Miércoles de Tarasca, Luis Salvador reiteró la creación de esta comisión y emplazó a los granadinos a después del Corpus para tener gobierno. Declaraciones tras las que el PP, con un comunicado, rompió su silencio y pidió a Cs dar el primer paso, es decir, cumplir su parte del acuerdo para así sentarse a negociar el reparto.
De este modo se llegó al jueves, el día grande de Granada, en el que de nuevo Sebastián Pérez volvió a dejar solos a sus concejales, algo que no sentó bien de forma interna, en una procesión en la que tampoco estuvo Vox, síntoma de su malestar por no tener claro si entraría o no en el gobierno, pese a que, según Onofre Miralles, era lo pactado con Salvador.
¿2+2 son cuatro?
Con la comisión de negociación aún sin reunirse ya que el PP mantenía que era Cs quien tenía que ceder, con Génova presionando a los populares granadinos para que se sentaran a hablar con la formación naranja, con un Sebastián Pérez aún desaparecido pero enrocado en su postura y del que tan sólo se sabía que había convocado a la Junta Directiva Provincial para el lunes, y con el enfado de Vox, se llegó al viernes en el que Luis Salvador, junto a Fran Hervías, desmintió la posibilidad de un 2+2: el acuerdo era de cuatro años con él como alcalde.
Durante el fin de semana, todo quedó en stand by para ser retomado el pasado lunes con una comparecencia protagonista: Sebastián Pérez hablaría, tras nueve días de silencio.
La reaparición de Sebastián Pérez y el reparto
Minutos antes de la reunión interna del partido, Pérez mantuvo su postura respecto al 2+2, aseguró "no haber escuchado" que Salvador hubiese negado ese "pacto de caballeros" y lanzó un órdago a su dirección nacional: "Los acuerdos locales están por encima de los nacionales".
Al día siguiente, la comisión de negociación mantuvo su primera reunión en la que comenzó a perfilarse un reparto de áreas que finalmente el jueves vio la luz: el grueso del gobierno iría para el PP –asume las áreas de Economía, Urbanismo, Contratación, Seguridad y Movilidad, entre otras–, Vox se queda fuera del gobierno y Sebastián Pérez, que espera ser alcalde en 2021 y que se cumpla un pacto que tanto él como Luis Salvador han dejado aparcado de momento, asumirá vicealcaldía.
Sin embargo, para que pueda ser vicealcalde ha de modificarse el Reglamento Orgánico Municipal (ROM), algo que ha de votarse en pleno y que, de momento, ya cuenta con la negativa de Vox: Onofre Miralles anunció el viernes que no apoyaría el cambio después de que no se haya cumplido el pacto que, según dice, tenía con PP y Cs.
De este modo echa a andar un nuevo gobierno que ya ha dado que hablar, y mucho, incluso antes de que se formase. Ahora sí, que empiece el decimoprimer mandato municipal de Granada.
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